Poniendo nanopartículas de oro dentro de las hojas de los árboles se logra que los árboles generen un brillo que podría alumbrar por sí mismo una calle, el color está más cerca del rojo que del dorado. De esta forma, se plantarían más árboles en las ciudades.
El profesor Shih-Hui Chang explica:
"La tecnología LED está reemplazando a las fuentes de iluminación tradicionales en muchas ciudades. Y muchas de las fuentes LED (en especial las de luz blanca) utilizan polvo de fósforo para estimular la luz y este polvo es altamente tóxico, además de caro."
Otro de los científicos que participaron del descubrimiento, Yen-Hsun Su, explicó en una entrevista que “en el futuro, la iluminación bio-LED puede ser utilizada para iluminar los caminos y las calles, ahorrando energía y absorviendo dióxido de carbono, ya que la luminiscencia bio-LED hará que los cloroplastos realicen más fotosíntesis”.
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