En los primeros compases de la crisis inmobiliaria en España, Madrid comenzó a revisar su Plan General, aún vigente y que data de 1997, con el fin de elaborar uno nuevo más útil.
Este Documento se trata de algo importante, puesto que afecta no sólo a los derechos y obligaciones de los propios ciudadanos, sino a los futuros desarrollos económicos, demográficos y culturales de toda un área metropolitana que, en algunos aspectos, incluye todo el estado.
A día de hoy, el proyecto se encuentra aparcado; demoras políticas y sentencias judiciales que mandaban al limbo sus basamentos lo condenaron al fondo de un cajón. Lo cual no quiere decir que la recién creada Área de Desarrollo Urbano Sostenible de la ciudad no esté realizando iniciativas interesantes, moviéndose dentro de los márgenes que establecen los documentos del PG-97.
Nuevos procesos de participación ciudadana, políticas de transparencia y acceso a la información y acciones no constructivas, sumado a una mayor implicación ejecutiva de la administración pública a la hora de abordar actuaciones urbanísticas (en la elección de las operaciones inmobiliarias a reactivar, por ejemplo) han supuesto un cambio en la práctica urbanística de la ciudad.
La evolución de Madrid hubiera sido notablemente distinta en caso de haber seguido adelante la redacción de un documento a priori poco ambicioso en sus objetivos, y que parecía mostrarse poco útil frente a los desafíos de su época, si nos atenemos al Documento divulgado que se puede encontrar resumido y analizado en esta serie de artículos:
1 » Empecemos por el principio. ¿De qué estamos hablando?
2 » Análisis del Documento
3 » Nuevas propuestas de actuación concretas
4 » Conclusiones
Este Documento se trata de algo importante, puesto que afecta no sólo a los derechos y obligaciones de los propios ciudadanos, sino a los futuros desarrollos económicos, demográficos y culturales de toda un área metropolitana que, en algunos aspectos, incluye todo el estado.
A día de hoy, el proyecto se encuentra aparcado; demoras políticas y sentencias judiciales que mandaban al limbo sus basamentos lo condenaron al fondo de un cajón. Lo cual no quiere decir que la recién creada Área de Desarrollo Urbano Sostenible de la ciudad no esté realizando iniciativas interesantes, moviéndose dentro de los márgenes que establecen los documentos del PG-97.
Nuevos procesos de participación ciudadana, políticas de transparencia y acceso a la información y acciones no constructivas, sumado a una mayor implicación ejecutiva de la administración pública a la hora de abordar actuaciones urbanísticas (en la elección de las operaciones inmobiliarias a reactivar, por ejemplo) han supuesto un cambio en la práctica urbanística de la ciudad.
La evolución de Madrid hubiera sido notablemente distinta en caso de haber seguido adelante la redacción de un documento a priori poco ambicioso en sus objetivos, y que parecía mostrarse poco útil frente a los desafíos de su época, si nos atenemos al Documento divulgado que se puede encontrar resumido y analizado en esta serie de artículos:
1 » Empecemos por el principio. ¿De qué estamos hablando?
2 » Análisis del Documento
3 » Nuevas propuestas de actuación concretas
4 » Conclusiones
