jueves, 20 de octubre de 2011

El valor comercial de un montón de gente mirando a la izquierda

- Excelente ojo crítico de la cotidianidad urbana el de ciudad pedestre:

La calzada transformada en espacio de espera.
La parada es un mero adorno publicitario

Al menos en esta parte del mundo los vehículos motorizados circulan por el carril de la derecha. Eso implica que, salvo rarísimas excepciones, cuando la gente espera un bús lo hace siempre mirando hacia su izquierda, que es por donde la lógica indica que éste va a aparecer.

La misma lógica indica que, como la gente no mira al otro lado en estas circunstancias, resulta recomendable colocar publicidad en la derecha de las paradas de transporte público. Esto permite financiar su construcción, mantenimiento, etc.

Sin embargo, algún perspicaz descubrió que la gente esperando transporte colectivo, al dirigir la mirada hacia su izquierda, no ponía demasiada atención en la publicidad colocada a la derecha, y que éste era un despilfarro de ojos que nadie con un poco de visión comercial podría dejar pasar. Resultado: construir paradas con publicidad a ambos lados, movida maestra que permite, utilizando la misma infraestructura, duplicar las ganancias.

EL ÚNICO QUE NO GANA CON ESTE ARREGLÍN ES QUIEN ESPERA EL BÚS –PARA QUIEN SE SUPONE FUE CONSTRUIDA LA PARADA- QUE A CADA RATO DEBE ASOMARSE HACIA LA CALZADA PARA VER SI VIENE EL VEHÍCULO QUE LO SACARÁ DE AQUEL CONFINAMIENTO PUBLICITARIO.

El refugio deja de ser tal, ya que no protege del sol, de la lluvia ni del granizo, ni menos de los inescrupulosos que olvidan que en una ciudad respetuosa de sus habitantes es el mobiliario urbano el que da la oportunidad de colocar publicidad, y no al revés.


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