Desde espormadrid quieren conocer vuestra opinión acerca de que un ayuntamiento privatice temporalmente pero de forma asidua espacios públicos, convirtiéndolos de esta forma en escenarios dispuestos ex profeso para el montaje de shows; se extrae así el concepto de show-rooms al paisaje urbano (en lugar de espacios públicos, pues, serían algo así como show-places).
En el caso que preocupa a espormadrid se trata concretamente de la explanada del Puente del Rey, en el paseo del río Manzanares en Madrid, aunque se puede hacer extensivo viendo la proliferación de "plazas duras" en nuestro entorno.
Es curioso que, a pesar de disponer a lo largo y ancho de la ciudad de estos eriales de cemento predispuestos como escenarios, finalmente los eventos terminen celebrándose en espacios públicos "tradicionales".
Es curioso que, a pesar de disponer a lo largo y ancho de la ciudad de estos eriales de cemento predispuestos como escenarios, finalmente los eventos terminen celebrándose en espacios públicos "tradicionales".
Si tenéis alguna opinión constructiva hacédsela saber, y si aún no tenéis una opinión formada no dudéis en entrar para haceros una idea.
Desde que comenzó el verano no han dejado de celebrarse eventos de diversa índole en el Puente del Rey y su entorno, también conocido como la Explanada del Rey. Los que vivimos cerca y somos habituales de Madrid Río hemos tenido la oportunidad de vivir de primera mano esta curiosa sucesión de montaje y desmontaje de escenarios, carpas y el trasiego de vehículos pesados que cualquiera de estos eventos ha generado. Creemos oportuno abrir un debate sobre el uso de los espacios públicos para la promoción de actividades que a veces tienen más de comercial que de cultural.
Haciendo un ejercicio mental no excesivamente riguroso recordamos que el verano en esta zona de Madrid Río comenzó con una feria de promoción de turismo de Italia, seguido del escenario de la Iglesia Católica de Brasil durante la JMJ, los conciertos de la cadena de televisión MTV, la zona Samsung de la Eurocopa de Baloncesto y la más reciente y ubicada justo frente a la entrada de la Casa de Campo: la feria de promoción de la NBA patrocinada por el BBVA que es banco oficial de la liga profesional de baloncesto de los Estados Unidos.
Evidentemente este apretado calendario de eventos es la demostración de que la Explanada del Rey es un espacio que se ha revalorizado notablemente una vez finalizada la obra de Madrid Río y que por ello su uso es demandado por gran cantidad de empresas para todo tipo de eventos y por lo que parece el Ayuntamiento debe haber visto en la celebración de estas actividades una fuente extra de ingresos con la que sanear algo su maltrecha economía. Hasta cierto punto habrá gente que vea licito que exista un “retorno” a las arcas públicas de unas actividades que se benefician de una inversión municipal mientras que otros pensaran que se está privatizando (aunque sea por tiempo parcial) un espacio ganado para los ciudadanos y que está en un entorno muy sensible desde el punto de vista medioambiental y paisajístico.
Desconocemos los criterios que utiliza el Ayuntamiento para hacer la “criba” de los actos a celebrar, cuales se seleccionan y sobre todo cuales son las medidas de protección ambiental exigidas. Todos los eventos aludidos han requerido el acceso de algún tipo de camión trailer, grúas y furgonetas. En la mayoría de los casos este acceso se ha realizado por el Paseo del Embarcadero desde la Casa de Campo o desde la Av. de Portugal y a veces el delicado pavimento de adoquines ha terminado dañado. Sobre el volumen de los conciertos, nos gustaría conocer la opinión de los residentes en los bloques de viviendas que se encuentran en el comienzo de la Avenida de Portugal, quizás los más afectados por el ruido. En el caso de la última actividad que se está realizando en la zona –la feria de promoción de la NBA- se ha ocupado un espacio que hasta ahora se había respetado: el espacio frontal a la puerta de acceso a la Casa de Campo, además de gran parte del tablero del Puente del Rey. En esta actividad si pudimos ser testigos de cómo el viernes 23 a última hora de la tarde el trasiego de furgonetas y montadores convivía de manera indiscriminada con todos los que por allí pasábamos creando un evidente caos.
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