domingo, 27 de enero de 2013

2ª Sesión Ciclo de Conferencias Revisión PG Madrid con Polémica

 
 A pesar de que se llevó a cabo el pasado 29 de noviembre, finalmente se ha puesto en circulación el vídeo de la segunda sesión del Ciclo de Conferencias "La Revisión del Plan General: ¿Una oportunidad para participar en el futuro de Madrid?", que llevaba el sugerente título de "¿Cómo va a mejorar el medio ambiente urbano?".

 De ella, podemos extraer una serie de reseñas, además del cierto ambiente de descontento en materia medioambiental de la ciudad: 


Reseñas

 En el aspecto técnico propositivo, reseñar el diagnóstico de la situación actual de la ciudad como herencia del anterior PG-97 (del que se destacó que, aproximadamente el 21% del suelo lo cubrían infraestructuras estructurantes), que podía resumirse en unas fuertes dependencias energética (97,4% de energía importada, de la que una minúscula cantidad está basada en fuentes renovables) así como del automóvil privado; esto último nada sorprendente si consideramos el inherente carácter de metrópolis que Madrid tiene, cuya manifestación es la aparición de la llamada "población flotante".

 Con el fin de poder obtener un diagnóstico de algunas situaciones de la ciudad en tiempo real, como ya describimos anteriormente aquí, el equipo responsable de la redacción del nuevo Plan General ha propuesto implantar un novedoso sistema de indicadores, que fue introducido en la sesión bajo la frase: "Ahora mismo, todo lo que no se puede medir, no existe".

 Estos indicadores, en materia medioambiental, reflejan los objetivos que pretende alcanzar el Ayuntamiento desde las actuaciones urbanísticas con el fin de generar una ciudad sostenible: compacidad (densidad de viviendas), complejidad (mezcla de usos), eficiencia (uso de recursos) y cohesión social (distribución de beneficios económicos).
 Algunos de estos indicadores son el número de viviendas por hectárea, la edificabilidad, el porcentaje de lo edificado dedicado a actividad económica, la superficie peatonal, el porcentaje de población con acceso a distintos tipos de espacios libres (en función de una jerarquía de los mismos no basada en su tamaño sino en los usos destinados y su radio de influencia) a menos de 300 m. Indicador este último cuyo valor óptimo estaría próximo al 100% de la población y, ya se comentó en la sesión, que se encontraba lejos de ese valor; aunque, claro, se trata de un valor óptimo media de toda la ciudad, cuando lo importante es barrio a barrio.
 Sin embargo, también se reconoció por parte de la representante del Ayuntamiento de la Revisión del PG, Silvia Villacañas Beades, que los valores obtenidos de esos indicadores concretos resultaban mejores en la periferia que en la vieja Almendra Central.

 Esto no nos dice exactamente cómo funciona la ciudad, sino que los distintos indicadores intentan caracterizar las posibles problemáticas que puede estar sufriendo la ciudad.
 Es por ello que, además de los presentados por el Ayuntamiento, se propusieron algunos otros muy útiles como la edificabilidad remanente (la proyectada pero todavía no ejecutada), el número de viviendas vacias o terrenos industriales parcelados pero no desarrollados, valores bastante altos en algunos puntos de la capital. Incluso, apuntamos que sería bastante interesante un indicador de la autosuficiencia de Madrid (sobre todo energética, aunque no descartamos otros recursos elementales), o como objetivo de una serie de indicadores.

 En cuanto a lo que se plantea para mejorar la situación del medioambiente (incidimos una vez más que desde las actuaciones urbanísticas), básicamente se habló de las líneas propositivas generales del anterior Proyecto Madrid Centro (como las supermanzanas, la regeneración del núcleo urbano consolidado o una red de espacios libres, que ya analizamos de forma concreta aquí) que, de momento están en fase de planteamiento y estudio y no se ve aún materializada por ninguna propuesta de actuación concreta.
 No se mencionó la posibilidad de un sistema de compensación por emisiones en la actividad urbanística o de la introducción de la bicicleta en los proyectos para ayudar a reducir la contaminación aérea.
 Tampoco se describieron las novedades de la Revisión del PG en cuanto al uso de espacios libres dentro de una parcela privada o en cuanto al nuevo uso dotacional extensivo, al respecto del cual, uno de los ponentes preguntó: "¿Cuántas universidades tienen pensado hacerse? Porque entonces lo que se harán son campos de golf". Recordemos (pues ya veíamos su definición anteriormente aquí) que este nuevo uso creado acoge las figuras de amplios recintos dotacionales como universidades, cementerios y campos de golf.

 Se trata de Rafael Córdoba Hernández, de Ecologistas en Acción, que aprovechó su oportunidad para extraer, suponemos que con el fin de corregirlos y hacer reflexionar, algunos de los errores del futuro PG. Entre ellos, la ausencia de consideración de la congestión de la movilidad en la ciudad o del carácter de metrópolis de ésta. Asímismo, comentó que el modelo de participación ciudadana no era real o efectivo si la gente de a pie (que se pasa todo el dia trabajando para intentar salir adelante) lo desconocía, no podía acceder fácilmente a las propuestas o no se había podido expresar en foros significativos. Llamó la atención sobre el momento tan particular de la publicación del documento de preavance del PG (agosto), que sin embargo tenía como objetivo ser lo más participativo posible.
 Con respecto a eso, cuestionó la formación y el resultado de las mesas de participación, cuyas propuestas concretas llegaban a enfrentarse con los supuestos objetivos que propugnaba el Documento del PG. Lo que podía agravar el problema ya conocido como "Madrid: ciudad esquizofrénica", que hace lo contrario de lo que propugna (por ejemplo, en la sesión se comenta que se inventó el modelo expansivo, desarrollista y todo-constructivo con el fin de bajar el precio de la vivienda, y unos años más tarde nos encontramos con unos precios astronómicamente elevados). 

Ambiente de descontento

 Pero es cuando se roza el espinoso tema de los PAUs (sólo recordar las sentencias del Tribunal Supremo que consideraban ilegal el proceso de aprobación de algunos, y que ya explicamos hace un tiempo en este artículo) cuando surgen las trabas, las matizaciones y las amonestaciones (58'15" del vídeo).

 De ellos, se reconoció que adolecían de que, al desarrollarse a través de Planes Parciales, no podía exigírseles más que el respeto a las figuras de protección existentes (vías pecuarias o LIC/ZEPAS), en tanto el propio PG-97 ya contemplaba su desarrollo al máximo.

 Entonces -se pregunta Rafael Córdoba- si una parte importante de lo que, de un tiempo a esta parte se ha hecho urbanísticamente en la ciudad, se ha realizado fuera de un planeamiento general y, por tanto, no sujeto a todas esas grandes palabras que contempla el PG como sostenibilidad o protección medioambiental, ¿es verdaderamente necesario un documento para "ordenar Madrid", en tanto, cuando es menester, se hace una modificacion puntual del actual para hacer lo que sea preciso? ¿Es esto justificable cuando sólo se ha ejecutado el 30% previsto de los PAUs (y el 80% de las zonas verdes previstas por el PG), cuando actualmente ya existen viviendas vacias y terrenos industriales parcelados pero no desarrollados?


 Como se ve (y cualquiera puede apreciar sin necesidad de asistir a estos enfrentamientos), es insoslayablemente el medioambiente de la ciudad de Madrid un tema bastante polémico, que toca a la gente muy de cerca y en el que, sin embargo no se aprecian por parte del Ayuntamiento apuestas por hechos concretos.


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