La caminabilidad es esa característica urbana, que en la actualidad aún resulta difícilmente estimable (en la que intervendrían factores tales como la inseguridad, el mobiliario urbano, un mantenimiento defectuoso, su diseño orientado a los coches[1], la presencia de comercios o incluso las pendientes) y que, en definitiva, mide las condiciones de una calle para ser usada por peatones, para ser caminada e incluso paseada.
Según parece, los expertos aprecian que 30 minutos diarios de un ejercicio moderado como caminar, combinado con una dieta equilibrada, pueden reducir a la mitad el riesgo de aparición de diabetes, aparte de ayudar a combatir la obesidad. Pero un paseo de más de 60 minutos de duración, o a través de un paraje degradado o un barrio potencialmente peligroso es un poco desalentador.
Por lo que el diseño de una calle puede influir en tu estado físico (por no mencionar tu estado anímico) y, consecuentemente, en tu estado de salud.
Es decir, que solíamos llamarlo fealdad, pero los geógrafos sociales y los profesionales médicos están empezando a reconocer en aquellas partes suburbanas, desconectadas de la ciudad o con un índice de caminabilidad bajo, como entornos que promueven la obesidad.
Con esto, ademas de a tu calidad de vida (salud, estado emocional, situación financiera, etc), el lugar donde vives puede afectar directamente a tu esperanza de vida. Y ésta es verdaderamente la estratificación en nuestra sociedad hoy en día.
En definitiva, el diseño de una calle puede hacer mejor o peor la vida de las personas de una manera directa, afectando no sólo de manera abstracta sino en términos de salud, esperanza de vida, etc (además de toda la serie de factores socioeconómicos que simplemente para un observador ya resultan innegables).
Esto no quiere decir que, a partir de ahora todos los proyectos tengan que conllevar un estudio detallado de estos aspectos. Pero sí pone de manifiesto la importancia del urbanismo y la relevancia de cada una de las actuaciones en un entorno urbano, ya que estas afectan a nuestro modo de vida.
[1] Porque aunque no tengas un automóvil, probablemente vives en un lugar que está construido para ellos.
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